Recorro tu abrazo
como si fuera el último camino.
Serpentea la hiedra de los días
despacio, en sigilo de tiempo.
A rastras se trazan senderos
por pieles mudadas.
Recorro tu abrazo como si fuera el último
bastión que me pertenece.
Recorro tu abrazo
como si fuera el último camino.
Serpentea la hiedra de los días
despacio, en sigilo de tiempo.
A rastras se trazan senderos
por pieles mudadas.
Recorro tu abrazo como si fuera el último
bastión que me pertenece.