Desde dónde escribimos

Hace tiempo leí que el poema surge en algún lugar extraño y ajeno a la voluntad. Y esto me dejó pensando. Siento a veces que mis poemas llegan desde alguna parte del inconsciente y que, como yo digo, desde allí me los dictan. Tomo el bolígrafo y el papel y en un impulso volcánico los escribo. Después intento que los retoque el consciente.
Creo que hay en todo poema una parte de experiencia propia del autor, pero no es todo, también hay una sabiduría ajena a nosotros, quizás legado de los que nos han precedido e incluso de los que están por venir. Uno a veces no se reconoce en la autoría de un poema. Y es que el poema es hijo del instante, del momento en que está escrito. Una vez que lo soltamos, somos otros de alguna manera.
El autor desde luego que vuelca su emoción, pero hay mucho más. Muchos poemas no parecen llegar al fondo de nadie porque no parecen escritos por nadie. Y esto dispara la pregunta: desde dónde y desde quién escribimos el poema. Yo creo que elegimos entre nuestras personas internas quién dará voz a lo que escribimos.
Picasso decía que «el arte es una mentira que nos acerca a la verdad» y yo añado: si es que la verdad existe y es la misma para todos.
La experiencia es una parte del bagaje literario, pero, a veces, podemos crear con las experiencias de otros, con la imaginación, incluso con lo que el inconsciente almacena y a nosotros nos pasa desapercibido.
La vida ya es de por sí fuente de inspiración si permanecemos atentos a ella, volcados con intensidad en lo que vivimos. Cualquier cosa pequeña o grande, importante o banal, efímera o permanente nos puede poner al borde del sentimiento poético. Para ello necesitamos vaciarnos de prejuicios, de estereotipos, de lo de siempre y saber mirar como lo hacen los niños, con esos ojos y esa alma de la primera vez. Y sobre todo vivir, vivir a tope porque la imaginación puede ayudarnos, pero es más sabrosa la experiencia que brinda la propia piel.
Escribas desde donde escribas, hazlo desde la honestidad, que esté en consonancia con tu estilo y originalidad. Que sea auténtico, tuyo. Sé fiel a lo que quieres decir y cómo lo vas a decir. El lector es un lince para detectar la falta de autenticidad y eso le restará emoción a tu poema. Queremos llegar a él a través de la verdad, sea cual sea, ¿no crees?

0 0 votos
Valoración
Suscríbase
Notificar de
guest
0 Comentarios
Antiguos
Nuevos Más votados
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría saber tu opinión, por favor comenta.x