Es cierto, no tenemos dónde vivir.
El mar se aleja deprisa
como se retiran las olas
y una espesura de corales
me tabica el alma.
En el fondo abisal todo pasa por la muerte.
Mi silencio es solo
un cementerio de barcos.
Es cierto, no tenemos dónde vivir.
El mar se aleja deprisa
como se retiran las olas
y una espesura de corales
me tabica el alma.
En el fondo abisal todo pasa por la muerte.
Mi silencio es solo
un cementerio de barcos.