1.1 La emoción: pasen y sientan

La emoción: pasen y sientan

¿Es la poesía emoción?

Es indudable que en parte sí o al menos que la contiene, pero va mucho más allá del simple hecho de emocionarse y de trasmitir emoción.

Me gusta esta definición de poesía: la poesía no es una liberación de emociones, sino una huida de emociones; no es una expresión de la personalidad, sino una huida de la personalidad.  Me gusta el matiz de huida si tenemos en cuenta que el autor de un poema no siempre se identifica con lo que ha escrito. Con todo esto, yo hilvano —y solo hilvano— mi definición personal donde introduzco la palabra misterio porque la poesía debe de tener mucho de eso. Y así me atrevo a decir que la poesía es misterio y el poeta un encantador de su música sin el más mínimo interés en desentrañarla.

¿De dónde surge el poema?

Yo pienso que de algún lugar extraño. Se habla de inspiración o musas que, en realidad, son una invocación a esa capacidad nuestra de llegar a ese extraño lugar donde las cosas toman otra dimensión, otro sentido que se aparta del pensamiento racional estricto. Esa irracionalidad necesaria es capaz de movilizar algo irracional también en el lector. El lenguaje y el sentido se separan de los cotidianos. Por eso un poema es capaz de decir algo que es difícil decir o explicar.

En este aspecto la poesía se aleja de la mera acción de contar o describir una anécdota. No retrata experiencias, sino que ella misma debe ser una experiencia. La poesía nos ofrece algo distinto, algo de asimilación lenta y profunda. Es como si del rumor del mar presintiéramos ya toda la riqueza abisal del océano, sin comprenderla en partes ni siquiera en origen, solo nos desborda, transforma nuestra mirada que se expande más allá de los sentidos.

¿Todos somos creativos?

Sí, todos somos creativos. Cualquier niño es creativo, pero al crecer, vamos perdiendo esa capacidad pues operan en nosotros ciertas resistencias a todo lo que no es funcional. De hecho, más de una vez yo he escuchado la expresión dedicarse a la poesía para referirse a  alguien que no tenía ni oficio ni beneficio y pasaba el día sin hacer nada. Nos han dicho que no debemos perder el tiempo en algo que no sirve para nada. Es hora de desterrar absurdas y tontas convicciones. ¡Convoquemos a la poesía a nuestra mesa, a nuestra cama y a nuestra vida!

El modo pajarito
En palabras del artista Armando Acuña, uno fluye mejor, se inspira más en el modo pajarito . Intentar explicar esta locución con palabras resulta un atropello, pero sería un estado en el que uno está despegado del suelo, de todo lo que le ata a las cosas terrenales y adquiere una altura en perspectiva donde se respira mejor y se siente más libertad. Es abstraerse del mundo a un plano donde imperan los detalles, pero observándolos desde una naturaleza calmada, sin juicios, casi de contemplación. El poeta observa con minuciosidad sin perderse en los detalles sino recreándose en ellos. Los siente, los goza, los vive.

Así pues, invoquemos a la poesía desde ese modo.

Cuando encuentres ejercicios para practicar, se te recordará entrar en ese modo pajarito.

Hazlo tú

Vamos a empezar el primer ejercicio práctico apoyándonos en lo visual.
Busca una imagen en internet o haz un pequeño dibujo que te sugiera algo según tu estado de ánimo en este momento y escribe en ella editándola o debajo si prefieres alguna frase motivadora inventada por ti para hacer este curso. Puede incluir también una definición de poesía o simplemente qué esperas conseguir.

Poesía es poner a danzar tu nombre
mientras mis dedos
mis labios
mi mundo
de nuevo te inventan.
Beatriz Ugalde

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Vicente
Vicente
5 meses atrás

Este es mi ejercicio realizado.
Me comentan como está.

Ojos Mostachos
Y dos ojos se han encontrado
lado a lado del monte nariz,
no para mirarse ellos mismos
si no el mundo que aletea
por sobre la selva de mostacho

Ojos-mostachos
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