
Cuando se recita un poema la poesía adquiere toda su dimensión porque se hace en un cuerpo, en un espacio y en un determinado tiempo.
No nos podemos olvidar en un poema de que hay una voz, un público. Si lo tenemos en cuenta el poema está vivo, es una dicción viva.
Consejos para un buen recitado del poema
Declamar despacio, vocalizando y dando un sentido a lo que leemos.
Evitar la linealidad. Nuestra voz tiene que vibrar y modularse con el poema.
Que el cuerpo acompañe al recitado. Si queremos teatralizar, tendremos que abusar del lenguaje gestual, aunque no es necesario para una buena declamación. Si es un recitado más comedido, nuestra cara y manos se encargarán de darle ese toque de atención al oyente para que permanezca mirándonos y a la escucha.
Sentir lo escrito. Practicar mucho antes de subir a un escenario.
No olvidarnos de los silencios, algo muy importante en poesía. Los silencios hablan igual o más que cualquier palabra.
Practicar la espontaneidad de lo que se lee, es decir, darle un toque natural.
Hazlo tú 
Si tienes poemas, grábate leyendo uno, si no, elige uno de algún autor que te guste. Grábalo mejor en un vídeo para que repares en tu expresión corporal aparte de la voz. Después te animo a grabarte en dos variantes recitando el mismo poema. Una, en la que no puedas mover el cuerpo, tan solo tu voz exprese, y la otra todo lo contrario, exagerando y teatralizando.
Reflexiona sobre cómo influye el cuerpo en el recitado y de qué modo te has sentido más cómod@
Puedes escuchar mi poema naturaleza.